La infancia es una etapa fundamental en la construcción de la personalidad y el mundo emocional de un individuo. Aunque solemos asociar la depresión con los adultos, los niños también pueden experimentarla, aunque de maneras diferentes y muchas veces silenciadas. 

Desde el psicoanálisis, la depresión infantil puede entenderse como una respuesta a conflictos internos, vínculos frágiles o situaciones externas que impactan el desarrollo emocional del niño.

Por eso es importante conocer aquellos factores que pueden desencadenar la depresión en la niñez.

Factores que pueden desencadenar la depresión en la infancia

  1. Pérdidas o separaciones tempranas La ausencia de una figura de apego, ya sea por fallecimiento, abandono o separaciones prolongadas, puede generar en el niño una sensación de vacío emocional y desamparo. Freud hablaba del “duelo infantil” y de cómo las pérdidas pueden afectar el desarrollo psíquico desde edades muy tempranas.
  2. Ambientes familiares disfuncionales Un entorno con conflictos constantes, violencia verbal o física, desinterés emocional o falta de afecto puede predisponer a la aparición de síntomas depresivos. Los niños son especialmente sensibles a la dinámica familiar y pueden internalizar los problemas de los adultos.
  3. Altas exigencias y presión académica La presión por el rendimiento, la necesidad de cumplir expectativas o el miedo al fracaso pueden generar ansiedad y sentimientos de insuficiencia, que con el tiempo pueden evolucionar hacia una sintomatología depresiva.
  4. Acoso escolar y dificultades en las relaciones sociales La exclusión social, el bullying o la falta de espacios seguros para la expresión emocional pueden llevar al niño a sentir que no pertenece o que no es valioso, afectando su autoestima y bienestar emocional.
  5. Factores inconscientes y emocionales Más allá de las circunstancias externas, el psicoanálisis sugiere que algunos niños pueden desarrollar depresión debido a conflictos internos no resueltos, identificaciones inconscientes con figuras depresivas o dificultades para simbolizar y expresar su malestar.

Señales de alerta en la infancia

La depresión infantil no siempre se manifiesta con tristeza evidente. Algunas señales a considerar incluyen:

  • Cambios en el comportamiento, como aislamiento o irritabilidad.
  • Dificultades en el sueño o el apetito.
  • Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba.
  • Expresión de pensamientos negativos sobre sí mismo.

La importancia de un abordaje terapéutico

El tratamiento de la depresión en la infancia requiere comprensión y acompañamiento. A través del psicoanálisis, es posible explorar las emociones del niño, darle un espacio de expresión segura y ayudarlo a resignificar su malestar. 

Identificar estos factores a tiempo puede marcar la diferencia en su desarrollo emocional y bienestar futuro.

Si sospechas que un niño cercano está atravesando un cuadro depresivo, buscar ayuda profesional es el primer paso para acompañarlo en su proceso. 

Puedes conocer más sobre el tema y las posibilidades de tratamiento dando clic aquí.

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© 2024 Carlos Andrés Hurtado Psicólogo.